Una vez leí una historia que decía así:
Había una vez un hombre que se encontró una lampara maravillosa y al frotarla salio un genio y le dijo: te voy a cumplir tres deseos por liberarme de mi prisión. El hombre pensó un poco y se dio cuenta de que estaba cansado de su mujer porque ya era vieja y quería una más joven por lo que le pidió al genio que matara a su esposa. Cuando el hombre fue al velorio de su mujer vio el dolor de su familia y amigos y se sintió como un ingrato porque se dio cuenta de que tenia una buena mujer por lo que le pidió al genio que reviviera a su mujer. Y encontrándose el hombre con el hecho de que solo le quedaba un deseo se dio cuenta de que no sabia que pedir por lo que le pidió consejo a sus amigos. Uno le dijo que pidiera dinero, otro le dijo que de nada le servia el dinero si no tenia salud, otro le dijo que pidiera poder. Entonces el hombre con más dudas que certezas se le acerco al genio y le pregunto cual deseo le debía pedir. El genio le contesto que pidiera la felicidad ya que cualquier otra cosa que pidiera la pediría para ser feliz.
Es curioso observar como los seres humanos vivimos en la ignorancia y tendemos a creer que las cosas como el dinero, el sexo, el poder, las posesiones materiales nos van a llenar o a hacer más felices cuando la realidad es que muchas veces no logran cumplir las expectativas. Lo más increíble de todo esto es que hay gente que viendo esta realidad piensa que el problema es que no han obtenido lo suficiente, que la solución es tener más y mientras más logran, más vacíos se llegan a sentir.
Quizás el problema es que del todo no conocemos lo que realmente es importante en la vida ya que los estímulos que recibimos a través de los diversos medios de comunicación son tan poderosos que no nos dejan ver lo que es verdaderamente es relevante. Las posesiones y las distinciones no tienen nada de malo y pueden darle un valor agregado a la vida bastante grande pero no son ni de largo lo más relevante. En cambio las siguientes cosas sin que lo son.
Ser feliz: en el fondo todo mundo quiere ser feliz y muchas de las cosas que se hacen o se quieren son pensando en esto, apuntando en esta dirección. Sin embargo, este es quizás uno de los términos más incomprendidos que hay. Ser feliz es una forma de sentirse, es algo que viene de dentro de uno, no de afuera, por lo que no hay nada en este mundo que a uno lo pueda hacer realmente feliz: muchas cosas pueden dar comodidad, otras placer pero felicidad es otra historia. Por raro que parezca uno puede ser feliz sin muchas de las cosas en las que la gente busca la felicidad incluso llevando una vida difícil y llena de privaciones. Muchos se preguntaran ¿Como puede ser esto? Recordemos que la felicidad es una forma de sentirse, es algo que viene de adentro, es por esto que es posible. Y otros harán la pregunta importante ¿Como puedo ser feliz? Esto si que da mucho de que hablar y quizás lo desarrolle más adelante en un articulo pero por el momento recomiendo la lectura del libro El Poder del Ahora de Eckart Tolle, la meditación zen, al igual que los siguientes puntos.
Realizarse personalmente: esto es cuando uno llega al momento en el que puede decir: puedo morir en paz, he logrado todo lo que quería, ya no deseo nada más, todo lo que logre de aquí en adelante es adicional. Esto esta relacionado con vivir la vida que uno quiere vivir, con ir tras los sueños que uno tiene. Incluso no es necesario que uno haya logrado todo lo que se propuso para poder llegar a este estado, el solo hecho de estarlo viviendo, de estar haciendo cosas, de luchar día a día, de tener pequeños éxitos cotidianos, de saber que uno puede morir en paz porque ha hecho todo lo que le era posible hasta el momento, logra su cometido.
Llevar una buena calidad de vida: este punto es engañoso porque por si solo no es tan importante pero en combinación con los demás es algo bastante bueno. Esto es vivir bien: tener todas las necesidades básicas (y no tan básicas) cubiertas. Quizás lo que diferencia esto del simple tener por tener insaciable, del que hablamos al principio, es el hecho de poseer tan solo lo que uno necesite: ni más ni menos, lo justo. Es dejar la codicia a un lado para poder centrarse en lo que es importante: vivir bien.
Dejar un legado: Esto es trascender nuestra finitud, ser recordados por algo, dejar una marca de que existimos, de que no fuimos tan solo polvo en el valle de la muerte. Nadie quiere ser olvidado. Para esto hay que crear obras que nos sobrevivan, que rindan buenos frutos. Esto se puede lograr de muchas maneras: desde criar buenos hijos, hasta crear una obra maestra o un invento que beneficie a la humanidad. No necesariamente tiene que ser algo extraordinario o gigantesco: simplemente tiene que ser algo que haya hecho de este mundo un lugar mejor, nuestro granito de arena para la humanidad.
Estas son las cosas que son realmente importantes en la vida, aquellas que de verdad hacen que valga la pena vivir y las que valen la pena luchar por alcanzar. Hasta la próxima!
